Tobal no continuará con Córdoba
Daniel Tobal se ríe, no le da trascendencia al dato que indica y lo erige como el entrenador más exitoso del seleccionado mayor de Córdoba.
Nadie consiguió más títulos qué él. Torneo Cross Border y Campeonato Argentino en 2009, cuando integró el grupo que lideró Damián Rotondo, y el mismo doblete, ya como entrenador principal de un cuerpo que formó con Guillermo Taleb, Javier Fiori y Guillermo Bernardi.
“La verdad que el éxito es muy difícil de medir. Pienso que el éxito no pasa por un resultado sino todo lo contrario. ‘Cachito’ Vigil decía que el éxito radica en todo lo que se hizo para llegar a un resultado, no el resultado en sí mismo. Es eso lo que hace exitosa a una persona”.
–Sin embargo, el penal de Suffern Quirno tal vez condicionó tu pensamiento. No era lo mismo si entraba o no.
–Seguramente, seguramente, pero en este caso había una cuestión personal y la influencia del grupo de jugadores fue determinante. Hacía mucho tiempo que no me pasaba esto: que me importase tanto un resultado. Pero si ese penal entraba, seguramente pronto me hubiera planteado que no había llegado al objetivo; pero seguro que en frío hubiera llegado a la conclusión de que fue un muy buen proceso, que deja una importante base de jugadores.
“Fue un buen proceso”. Tobal se refiere a un proceso finalizado. Al menos para él. “Todavía no me han dejado renunciar formalmente pero la decisión está tomada. Siempre es sano renovar y están dadas las condiciones para una buena y sana renovación”, explica.
El partido del próximo miércoles ante Los Pumitas M20 y el probable ante una selección Barbarians en junio, marcarán la despedida de Tobal del seleccionado. Ya no lo cuestionarán en los almuerzos domingueros.
“¿Por qué no juega Santi?”, le recriminaba su mujer, Clarisa. Además de sobrino, Santiago Tobal es su ahijado y padrino de su hija. Terminó jugando, Santiago. Claro, es un crack.
Su familia se quedó sin vacaciones este año. A su esposa y sus hijos, Tobal les dedica el título. En ellos pensó cuando Suffern Quirno acomodaba la pelota en el último y decisivo penal.
Sin el seleccionado, se dedicará tiempo completo a la M16 de La Tablada.
“Es muy gratificante entrenar a los pibes. Dicen que los chicos vienen difíciles, pero te toman el pulso muy rápido y luego captan todo, son esponjas, absorben todo, tenemos resultados inmediatos. He disfrutado con los muchachos del seleccionado y con los pibes disfruto de otra forma. Para mí, entrenar a los chicos del club es todo satisfacción. Disfruto desde el momento en que pongo un pie en el club”, cuenta Tobal.
–¿El discurso es el mismo para Dogos y M16?
–Lo conceptual es lo mismo, en realidad les transmito a los jugadores del seleccionado lo que practicamos en M16: que el resultado no es lo importante, que el armado de un grupo es la base para ser un equipo exitoso.
–¿Por qué dejás un proceso exitoso?
–Porque era un desafío el que asumí en su momento y ya está logrado. Además, no creo que en un proceso exitoso haya sólo un responsable, esto es un trabajo de equipo. Pero también es una cuestión de convicción, también lo hice en mi club.
–¿Te quedó alguna cuenta pendiente?
–No, la verdad que no. Fuimos claros con los chicos: les dijimos que si nosotros lográbamos armar y consolidar un buen grupo de trabajo, posiblemente se cumpliera el objetivo de ellos, que es ganar. Estuve leyendo a Phil Jackson, técnico de los Ángeles Lakers, y aun en ese mundo superprofesional los tipos siguen creyendo que el éxito pasa por el armado y la consolidación de un grupo, que cada integrante se sienta uno y ninguno se crea especial. Y Jackson lo tenía a Michael Jordan.
–¿Cómo debería continuar este proceso?
–Creo que con la misma mística, que el seleccionado siga representando a todos los cordobeses y que se viva como si fuera un club. Antes había jugadores que no querían ir, ahora todo ha cambiado, hay un gran sentido de pertenencia y no pasa por los resultados. Fui nueve años jugador del seleccionado pero no era lo mismo, cumplías horario, entrenabas, ibas a tu casa y se acababa la relación.
–¿Hay algún jugador que simbolice lo que vos pretendés?
–Hay varios, pero si tengo que elegir a uno ése es “el Turco” Allub. El encarna el espíritu, la entrega y la humildad que debe tener un jugador de rugby. Ramiro Pez también tuvo un gran compromiso, al igual que los más grandes: Matías Narváez, “el Bachi” Rodríguez, Pedro Garzón. Todos fueron muy positivos para el grupo y eso contagia.
–Se dijo que éste es el mejor equipo cordobés de la historia.
–Lo escuchamos pero no pensamos en eso, no nos llegaba. A medida que ganábamos y se jugaba bien, les decíamos a los chicos que lo que habían logrado era superarse a sí mismos, elevado su propio piso, y que eso aumentaba el compromiso. Nada más.
Por Victor Cuello
MundoD