«Son los primeros pasos»
Agustín Pichot, habló tras el encuentro ante Inglaterra y se lo vio contento. Dijo que el duelo frente a la Rosa mostró que hay un sistema que marca el camino. Un día después del test-match entre Inglaterra y Argentina, Agustín Pichot sigue en Londres. Aquí, entre otras cosas, comentó para la tevé inglesa el test-match Inglaterra-Argentina.
Y tuvo muchas reuniones relacionadas con su rol de integrante de la Comisión de Alto Rendimiento de la UAR. Desde allí, Pichot impulsó el Plan de Alto Rendimiento (PladAR) que da apoyo económico a un grupo de jugadores amateurs para que puedan dedicar más tiempo al rugby. Nueve de esos jugadores -entre ellos Martín Rodríguez, Tomás Leonardi, Mauro Comuzzi, Santiago Fernández, titulares el sábado-, integran el plantel de esta gira. Por eso es un buen momento para hablar con Pichot del presente y del futuro de Los Pumas.
-¿Que sensación te dejó el equipo, sobre todo los jugadores del PladAR?
-Me sorprendí. Soy muy exigente, conmigo, con mis compañeros cuando jugaba, y lo mismo con los chicos que jugaron contra Inglaterra. Siento que son parte de un sistema que está empezando a mostrar el buen camino. No estamos ni cerca de donde tenemos que llegar, pero son los primeros pasos. No importa si estos chicos son brillantes o no; están empezando a estar a la altura de un test match como este. Eso vale muchísimo.
-¿Entonces este es para vos el camino correcto?
-El camino siempre estuvo trazado pero se lo escondía, la fábula de Cenicienta, como si en el 2007 hubiéramos sido amateurs… La realidad es que desde 2001 veníamos cobrando por publicidades, premios, viáticos, mientras jugábamos en la URBA aunque estaba prohibido. Pero la dirigencia de ese momento no lo quería decir.
-¿No puede haber opciones al profesionalismo?
-Es arcaico discutir eso, lo discuten los que nunca estuvieron en el alto rendimiento. El deporte ha cambiado, la exigencia técnica te demanda una superación constante, en esgrima, que es un deporte amateur o en rugby. Pero el deporte sigue teniendo los mismos valores. Evaluar si esa evolución es dañina o no es una cuestión a evaluar socialmente, como evaluar si la computadora o los mensajes de texto son malos o buenos. Lo cierto es que están. No es profesionalismo por el fin de ganar plata, muchos mezclan, «profesional, pierde los valores, no hay amor a la camiseta». Yo jugué como amateur y como profesional, y mi forma de sentir no cambió nunca. Y estoy convencido de que los chicos que salieron contra Inglaterra sienten lo mismo, no van por el bonus ni por el viático. Para mí el amor a la camiseta es intransable. Ahora, dejar a los chicos que lo hagan todo por amor a la camiseta y no prepararlos para eso es fallar como dirigentes.
-¿La UAR debe aceptar la invitación a jugar desde 2012 el Tri Nations en las condiciones en que se la hicieron?
-Nos estamos matando (sonríe). Estamos tratando de hacer el mejor negocio para la UAR. Estamos pidiendo entrar a un lugar donde está todo armadito, eso genera un riesgo que hay que asumir, la IRB, nosotros, y las uniones que ya lo juegan. Somos nuevos, tenemos un proyecto a diez años y una exigencia enorme en los cuatro o cinco primeros. Sudáfrica tiene un presupuesto de rugby de entre 60 y 80 millones de dólares, Nueva Zelanda y Asutralia, entre 90 y 100. Estamos por entrar en las grandes ligas, y nosotros tenemos 5 millones. Es un gran desafío.
-Si el Tri Nations es tan duro ¿por qué no se ingresó en el Seis Naciones?
-Eso pedimos los jugadores en 2007 después del Mundial, pero las seis uniones europeas nos dijeron que no, que apuntáramos al Tri Nations. Es un desafío mucho más difícil, pero lo tenemos que tomar.
-¿Con qué jugadores se va a competir? ¿Los clubes europeos van a cederlos?
-Tienen que cederlos por reglamento, pero es bueno acordar para no desgastar al jugador. Esta semana hablé con dirigentes de clubes ingleses, ya me reuní antes con los de Francia. Les dije que hay que pensar en hacer la transición, porque ellos ya empezaron a sacar algunos jugadores por el tema de los cupos. Les proponemos que en los próximos tres años acordemos, dejemos descansar a cada jugador cuando haga falta, pongámoslo al máximo cuando sea necesario. Eso mientras dure la transición.
-¿Transición hacia qué?
-Hacia obtener una licencia para jugar con un equipo argentino el Súper 14 (N. de la R: el torneo que disputan equipos de Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda, que desde el año que viene tendrá 15 participantes)a partir de 2014, a más tardar 2015. En 2012 vamos a estar jugando el Tri Nations, empezamos por lo más difícil. Mientras tanto, estás preparando a los jugadores en un plan de alto rendimiento y otros te los preparan los clubes europeos. A medida que en Europa no les renueven los contratos los traés a la Argentina y los sumás al equipo del Súper 15. Y así tenés alto rendimiento en Los Pumas, en el equipo doméstico del Súper 15, y seguimos desarrollando con los Jaguares, y con el rugby de base amateur .
-¿Cuál será la relación entre el «Argentina Súper 15» y Los Pumas?
-Ese equipo sería la base, el ochenta por ciento de Los Pumas, algo similar ya hace Irlanda.
-¿Cómo se financiará?
-Si se pasa de generar cinco millones de dólares al año a siete u ocho, habrá más recursos para el rugby amateur y también para el alto rendimiento profesional.
-Hablaste del primer paso; pero en la URBA se discute si se prohibirá jugar en sus torneos a los rugbiers del PladAR.
-Todo cambio produce planteamientos, pero que un jugador no pueda jugar en su club por estar en el PladAR es una locura. Yo acepto un planteo genuino, que piense en los jugadores. Y que sea de la mayoría de los clubes, porque en los centros regionales del Interior lo que ha crecido el rugby este año es increíble. Hay que plantearse no qué es lo mejor para cuatro clubes de la URBA, sino para todo el rugby argentino.
Esa pasión en ese pub
Agustín Pichot ya no juega en Los Pumas ni en ningún club, pero es difícil pensarlo «retirado» del rugby. Su energía para planificar, generar proyectos, buscar apoyo, parece inagotable. Tal vez eso explique que ayer, entre dos reuniones de la IRB, a apenas horas de su vuelo de regreso a Buenos Aires, se haya tomado un subte -«hagamos mitad de camino cada uno», propuso- para hablar del rugby argentino que quiere.
El encuentro fue en el centro de Londres, en un pub que está en un sótano de la tienda Harrods. «Hacía mucho que no venía; me gusta este lugar, vine muchas veces en otros tiempos a tomar algo con mi papá», contó antes de que se encendiera el grabador. Luego, las preguntas hicieron falta sólo para hacer una pausa o pedir una aclaración.
Sus argumentos, sus propuestas, son por definición opinables. Su compromiso con lo que hace es innegable. Agustín Pichot, jugador retirado, hombre de rugby en actividad. «Como una locomotora», como dijo en un pasaje de la charla.
Clarín
