El Ruso Avramovic se despidió de Alumni
Tranquilo, relajado, hecho. Pleno. Así se lo notaba el sábado, en el nublado atardecer de Tortuguitas, a Miguel Avramovic. Tal vez, la emoción corría por dentro y trataba, por todos los medios, de controlarla y que pasara desapercibida. Muchas cuestiones de su carrera como jugador se resolvieron en los últimos días y es lógico que vibre en su interior, aún sin que se note en la superficie.
Días atrás le confirmaron su presencia en la lista de 46 jugadores Pumas que convocó Santiago Phelan. Luego, tras una serie de negociaciones que incluyó un viaje relámpago a Francia, selló su regreso al Top 14 para defender la camiseta de Agen por dos temporadas. Y por último, frente a San Martín, jugó su último partido con la camiseta de Alumni en su segundo paso por el club de toda su vida.
El Ruso habla pausado y sin apuros, como si quisiera que el tercer tiempo que comenzaba con el crepitar de las brasas de la parrilla se eternizara en un instante de felicidad. «Es un momento fuerte, que pasan cosas. La sensación es que estoy muy contento por haber podido firmar. Tener la oportunidad de jugar en el mejor torneo de Europa, de haber sido convocado a Los Pumas por el Tati y el Chino y estar en la lista de 46 es algo grande. Y también la sensación agridulce que tengo de dejar Alumni, mi familia y amigos», le dijo a Scrum.com.
Y siguió adelante hablando de su momento personal. «Hoy por hoy, si tengo que buscar mi techo rugbístico, Francia es la mejor opción. Por otro lado, hay que hacerse hombre e ir por un objetivo. Mi zanahoria era ser todo lo mejor que yo pueda ser y Agen me va a dar esa oportunidad», señaló con seguridad.
En 2009 regresó al país luego de su primera experiencia como jugador profesional, hecho motivado en darle un cierre definitivo a su carrera universitaria. «Fue difícil porque para la carrera de Medicina tenés que cursar seis años y después hacer internados rotatorios. Decidí volverme, salir del mercado y sabía que iba a ser difícil volver al Top 14», reconoció al tiempo que agregó: «Ahora tengo la oportunidad y no quiero desaprovecharla».
A pesar de ello, sabe que no será sencillo en ningún aspecto. «Todo tiene su costo. Acá estás muy contenido por amigos y familiares. Si tenés un problema te juntás para charlar y lo resolvés. Está el club, la gente, etc. Allá estás solo con vos mismo».
Su vuelta al seleccionado argentino, a casi un año de la próxima Copa del Mundo de Nueva Zelanda 2011, se da en un momento especial de acuerdo a la propia experiencia de Avramovic. Sin embargo, el Ruso avisa que «lo tomo muy tranquilamente, con serenidad total. La otra vez estuve en la puerta y me quedé afuera. Eso me dolió mucho. No me hago expectativas. Para el bien de Los Pumas, la Argentina tiene muchos jugadores muy buenos y es muy difícil estar en las convocatorias. Ahora tengo la suerte de estar. Todo depende de cómo juegues. Si lo hacés bien, estás sino…».
El potente centro tiene en claro cuál es el método para vestir los colores nacionales en forma permanente. «Para eso hay que estar bien y el Top 14 me va a dar esa posibilidad. Hoy pienso en el ahora porque para estar en Argentina tenés que ganarte un lugar todos los fines de semana». Clarito. El Ruso dice adiós y arma las valijas lleno de ilusiones, ésas de acariciar la gloria en territorio galo y también, por qué no, con la celeste y blanco en el pecho.
Por Román Iglesias Brickles
Scrum.com