Recuperar la defensa, primer paso
Rugby Championship 2013 - Fecha 2
La pregunta que más se viene escuchando en lo que va de esta semana, la más dura en la historia reciente de los Pumas, es si habrá pasado mañana alguna posibilidad de remontada épica ante los Springboks, tras la estrepitosa goleada del sábado pasado. Hay que manejarse con la realidad por encima de la comprensible fantasía, y entender que, tal como está el escenario, eso es prácticamente una quimera, siempre aclarando que esto se trata de un juego y que los milagros tienen su lugar. Pero de ocurrir sería eso: un milagro.
Plantearse triunfos o epopeyas resultadistas en el delicado momento que se encuentran los Pumas es como empezar a construir una casa por el techo. Lo que necesitan ahora, para no seguir tocando fondo, es buscar señales en su juego. Las más básicas, ya que el seleccionado argentino, hoy por hoy, está vacío de rugby. No tiene tackle, scrum, line ni alguna jugada de más de tres fases sin que se caiga la pelota. Hay, además, una crisis de confianza enorme que, por supuesto, repercute en el ánimo y en el poder de reacción.
Este diagnóstico tiene su correlato en los números, que son contundentes. Desde que comenzó a implementarse esta nueva idea de juego, en 2012, los Pumas jugaron 16 tests, de los cuales perdieron 11, ganaron 4 y empataron 1. En los triunfos hay dos con rivales de menor jerarquía (Italia y Georgia), pero el empate fue ante los Springboks, la única vez en la historia que no se perdió ante esa potencia.
En esos 16 partidos, los Pumas recibieron 56 tries (2,4 de promedio) en contra y lograron apenas 23 a favor. Pero si se toma en cuenta el último período, del triunfo (y punto más alto) ante Gales, en Cardiff, para acá, la estadística marca aún más el descenso: 30 tries en contra en seis encuentros y sólo seis a favor, uno de ellos con Georgia.
Volvieron, por otra parte, las seguidillas de goleadas: 54-15 con los All Blacks, en La Plata; 39-22 con Francia, en Lille; 46-24 con Irlanda, en Dublín; 32-3 con Inglaterra, en Salta; 51-26 con Inglaterra, en Vélez y el 73-13 con los Boks, en Soweto. En los últimos cinco duelos con las potencias, los Pumas recibieron 239 tantos en contra y sólo anotaron 88.
Graham Henry fue sabio cuando bajó los humos al decir antes del kick-off del Rugby Championship que los Pumas no tenían que hablar de ganar, sino de reafirmar su juego. Ahora lo deben recuperar, porque lo han perdido. ¿Por dónde empezar? Por lo que todos se sienten más cómodos: la defensa. Si el equipo al menos encuentra en ese bastión histórico una soga de donde agarrarse, quizá pueda reconstruirse hacia el futuro.
Se viene bravo el capítulo de Mendoza. Sin el capitán Juan Fernández Lobbe, sin Patricio Albacete y sin Manuel Carizza. Con escaso recambio, además. Los jugadores, más que ninguno de los que estamos afuera, quieren borrar lo de Soweto. Lo necesitan. Pueden hacerlo si empiezan por lo primero.
Por Jorge Busico
La Nacion