Ocurrió en Santa Fe
Un caso bochornoso ocurrió durante el primer semestre del 2001. «No se puede ir más a cobrar a Santa Fe. Es imposible», se quejaba uno de los árbitros de rugby paranaense que hizo de juez de touch durante partido entre CRAI y Santa Fe Rugby. «Que cobren los técnicos si quieren», vociferó indignado. Pero Marcelo Trajtemberg, quien tuvo que soportar que le arrojaran desde piedras hasta cigarrillos encendidos desde el costado de la cancha, no fue el único agredido el mismo fin de semana.
Una situación similar sufrió el también paranaense Víctor Rabuffetti en el partido que arbitró en día Domingo entre Universitario de Santa Fe y Duendes de Rosario. Allí, la parcialidad del equipo santafesino (jugadores incluidos) increpó a uno de los jueces de línea rosarino, y la disputa terminó con una airada discusión donde también estuvo involucrado el árbitro. Pero no todo acabó ahí. Cuando Rabuffetti se retiraba en su automóvil del predio de Universitario, dos vehículos intentaron interceptarle la marcha en una clara actitud de agresión. El árbitro logró escapar de casualidad del difícil trance, pero no pudo digerir el hecho vandálico. A qué extremos se ha llegado. Es increible. Quién protege la integridad de las personas ante situaciones de tamaña dimensión. ¿O es que los partidos de rugby domésticos terminarán jugándose con protección policial?
En la cancha de CRAI el partido llegó a estar detenido hasta cinco minutos por la agresión a Trajtemberg. Y lo peor es que entre los agresores se encontraba un ex entrenador. Lo que no es un dato menor. Ambos hechos coincidieron en un mismo fin de semana y en la misma ciudad. No por casualidad los originarios de las acciones fueron las parcialidades de Universitario y Santa Fe Rugby, los dos equipos que perdieron sus respectivos partidos por las semifinales del Torneo Regional que organizan las Uniones de Entre Ríos, Santa Fe y Rosario. ¿Intolerancia extrema ante la derrota?
DDR