Creciendo en Leigh, en el noroeste de Inglaterra, Isherwood tuvo exposición en el cricket, fútbol y ambos códigos del rugby, pero la sociedad dictaba que solo pudiera ser espectadora.”Por supuesto, no nos permitían jugar con los chicos en ese entonces,” dice.

Al igual que muchas que sus compañeras que serían pioneras del rugby femenino en Gran Bretaña, su oportunidad llegó cuando se mudó para ingresar a la universidad.

Para Isherwood, su oportunidad llegó con un encuentro casual con Christine Kendrick y tras escuchar historias de chicas jugando rugby, regresó a la Leeds University y armó un equipo.

“Quería jugar rugby,” recuerda la integrante del World Rugby Hall of Fame. “Quería jugar este gran juego.”

Crecimiento de los equipos femeninos

“No entiendo porqué los varones deberían apropiarse del rugby porque para mí es el mejor del mundo. Y si quieres tanto algo, trabajarás para conseguirlo. Eso hicimos.”

Una de las carreras mas influyentes del rugby femenino había comenzado y en dos años, Isherwood fue elegida la primer presidente de la Women’s Rugby Football Union (WRFU), tras su fundación en Londres en 1983.

Entre sus primeras obligaciones en su rol voluntario fueron producir una publicación explicando como las jugadoras podían armar su propio equipo al dejar la universidad. Era un consejo simple: vayan a un club de rugby y díganles que los domingos crecerá lo que genere su bar si tienen un equipo femenino. Fue una vena efectiva.

“Pasamos de 12 a unos 70 equipos en tres años,” recuerda. “Trabajamos mucho en esos días viendo como conectar con los clubes masculinos, vendiéndoles como un equipo femenino podía ayudar.”

Pionera

El rugby femenino tomó raíz a mediados de los 80s en Gran Bretaña al dejar aquellas primeras mujeres las universidades y seguir los consejos de la WRFU para armar sus propios equipos.

Pronto llegó la competencia internacional y nuevamente Isherwood estuvo al frente, capitaneando a Gran Bretaña primero y luego a Inglaterra en la final de la primer Women’s Rugby World Cup en 1991.

Una lesión cortó su carrera en 1992, pero se mantuvo involucrada en el rugby, trabajando como “semi asistente del entrenador” cuando Inglaterra ganó la segunda Women’s Rugby World Cup y mantuvo varios roles en la WRFU y luego en la Rugby Football Union for Women (RFUW).

Isherwood cambió de balón y se unió a la Football Association (FA) hace nueve años, pero ha trabajado recientemente con World Rugby en un proyecto orientado al alto rendimiento femenino en entrenadores.

Tan solo una mujer estuvo a cargo de los equipos en la última Women’s Rugby World Cup 2017 – Jo Hull de Hong Kong – y en conjunto con Katie Sadleir, la Gerente General de Rugby Femenino de World Rugby, han generado recomendaciones sobre como mejorar esto.

A principios de diciembre, Isherwood participó de una conferencia en los Estados Unidos, donde trabajó sobre el tema con la Gerente General de Alto Rendimiento Femenino de USA Rugby Emilie Bydwell.

Mujeres en roles de liderazgo

“El gran tema es sobre como se toman las decisiones y nuestras estructuras y sistemas.”

“Creo que se en todos los rangos del deporte femenino, que al tener roles pagos, vienen los varones y los toman. Por lo general son varones muy competentes y la gente dice que ‘es el mejor para el trabajo.’ Pero no hay valor puesto en el hecho de que has entrenado en el rugby femenino.”

“Pareciera que venir del rugby masculino te hace mejor entrenador. Es parte del sistema que hay que modificar.”

Diversidad

“Grupos y equipos diversos toman mejores decisiones,” dice. 

“Te irá mejor cuando tienes mujeres con diferentes habilidades y capacidades disputas a llevar al equipo a ser diferente.”

La Tyrrells Premier 15s en Inglaterra está sirviendo como plataforma para que varias entrenadoras femeninas se desarrollen en el nivel de clubes, un desarrollo que Isherwood, jugadora y entrenadora de Richmond en los 90s, ve con beneplácito. 

“Bien por los clubes que tomaron esas mujeres porque si uno mira al equipo y como juega, sin saber el nombre de quien lo entrena, dirá ‘Dios! Que bien juegan.”

“Este es un primer paso. Creo que queremos más mujeres entrenando equipos masculinos, pero hay que dar los primeros pasos primero. Asegurarnos de estar representando en todos los niveles del sistema.”

WR