Sin lugar para los debiles…

El tiempo nos alcanza. Aquello que parecía muy lejano está a punto de ser historia. En pocos días más Los Pumas debutarán en el Rugby Championship. Dicen que sobre la arcas de la UAR ha caído una lluvia millonaria. No estaría nada mal que los dirigentes presenten su manifestación de bienes, con fecha retroactiva a la firma de los fabulosos contratos, con los cada vez más interesados sponsors. No vaya a ser que Lanatta se empiece a interesar por el rugby. Entonces veríamos la foto del equipo de Los Pumas con las cabezas de los dirigentes. No para cumplir el sueño de verse con la celeste y blanca, sino para ser denunciado por el aumento desmesurado de los patrimonios. Ya no se habla nada del PladAR y las prohibiciones por parte de la Unión de Rugby de Buenos Aires.
La realidad los pasó por arriba. Aunque las normas estén vigentes cayeron en desuso como el adulterio. También cayó como el muro de Berlín la declaración de persona no grata que pesaba sobre un dirigente. Fruto de una política que tuvo por objetivo convertir el interés particular en interés general. Sería más respetable que se batieran a duelo. No tendría inconveniente en salir de padrino, para cualquiera de las partes. Los Pumas perdieron por primera vez en su historia contra un equipo de club, aunque sea uno del TOP 14 francés. Me llamó la atención el comentario de los periodistas de la TV con respecto a que el resultado era anecdótico, que lo que importaba era probar el nuevo sistema de juego y darle minutos a los jugadores.
La mejor prueba de que el resultado sí importaba, fue la decisión de patear los penales a los palos en todas las situaciones posibles. Por otra parte Los Pumas siempre tienen que salir a ganar. La mentalidad ganadora debe construirse de manera permanente. No entiendo al periodismo cuando intenta justificar todo y se muestra incapaz de realizar una crítica objetiva. Hay que decir las cosas sin ofender a nadie. Con respecto al nuevo sistema de juego, que no sé bien cuál es, seguramente tendrá que ser desarrollado de manera paulatina. La decisión de hacer jugar a veintiocho jugadores me pareció muy desacertada. Esto es más propio de un partido homenaje o un festejo determinado, donde no hay nada en juego. No creo que haya sido bueno para el equipo, que es lo que hay que fortalecer. Mucho menos para aquellos jugadores que jugaron muy poco minutos, casi por obligación. Será difícil encontrar un solo jugador que sostenga la opinión de que no importa haber perdido este partido. Estoy seguro que en la revancha del viernes harán todo para ganar.
Me escribió un estudiante de periodismo deportivo, que además es jugador de Sporting de Mar del Plata. Me cuenta que está realizando un trabajo que tiene por objetivo desentrañar las causas que producen la deserción temprana en el rugby. Entre las razones esgrimidas menciona el cansancio que genera el deporte, la falta de motivación, razones de estudio, la aparición de los Pladares que marcan demasiada diferencia. Yo agregaría las lesiones que se producen, etc. Estamos hablando de chicos que dejan de jugar en promedio a los dieciocho años. Aquel mentado slogan que fue repetido durante años por los hombres del rugby, que decía que el rugby es el único deporte que da lugar a que jueguen todos, el gordo, el flaco, el petiso y el alto, ha dejado de ser cierto.
Creo que ese cuento maravilloso, fue reemplazado por uno que dice que para jugar al rugby por sobre todas las cosas hay que ser fuerte. Me acuerdo siempre de Luis Lonardi, a quien apodábamos ‘El Moscro’, me contó que jugaba de pilar en la Preintermedia y sufría tanto la diferencia física, que un día llegó a su casa, tiró el bolso en un rincón y le dijo a su madre que no jugaba más, que estaba cansado de que lo golpearan. Ella le aconsejó que porqué no iba a un gimnasio como hacían otros chicos. ¡Parece mentira hacerle caso a la madre! pero lo cierto fue que ‘El Moscro’ se internó en un gimnasio, se preparó de una manera increíble. Llegó a ser titular indiscutido de la primera del SIC y también llegó a jugar en Los Pumas. La primera línea con Lonardi, Angelillo y Cash, fue muy fuerte y clave para hacerle un try de scrum a Australia, en la cancha de Velez en 1987.
En ese entonces la preparación más intensiva, sobre todo el trabajo en el gimnasio, estaba reservada a la primera línea. Vivian internados en el gimnasio. En ese puesto siempre hubo que ser fuerte. Cuando dejaron de jugar esos grandísimos tres jugadores bajaron muchos kilos para poder vivir su segunda vida. La preparación física de los jugadores actuales conlleva una gran dedicación, insumiendo además mucho tiempo del entrenamiento. Un entrenador dijo hace mucho que entrenando duro se podía llegar a ser más fuerte, más rápido y no sé si más alto. Con esto quería trasladar el desafío a los jugadores a prepararse cada vez mejor. Con motivo de los Juegos Olímpicos se publican estudios que hablan de los límites en el desarrollo físico, que estarían en un horizonte no muy lejano. También hay un comentario de un doctor especializado en medicina del deporte que dice: Es frecuente suponer que a más entrenamiento, mayor será la respuesta física al ejercicio. Sin embargo esto es relativo, ya que después de un determinado umbral individual, no se observa incremento en la capacidad funcional del atleta, e inclusive esta puede decrecer.
Es indudable que para jugar el Rugby Championship los jugadores deberán ser verdaderos atletas. Pero para el 18 de agosto Los Pumas no podrán ser más fuertes que los sudafricanos. Si hay un equipo que hace culto a la fuerza física, ese es Sudáfrica, con su viejo principio de “someter y penetrar”. Pero el rugby no puede quedar librado a una batalla de músculos. En un juego que fue comparado muchas veces con el ajedrez, deberá surgir la inteligencia, que respalde a la táctica y la estrategia. Conscientes de haber hecho una gran preparación deberán apoyarse en algo imprescindible: la fortaleza mental.
Un amigo que no entiende del rugby, vio el partido con los franceses por televisión y me dijo: “me parece que la clave está en lo que dijeron los comentaristas: hay que hacer muchos rever pass, además dicen que los sudafricanos se comen los amagues“…
Por Tacho de Vedia













































