Los Wallabies aprendieron la lección
Robbie Deans cree que se pueden sacar lecciones valiosas de la derrota ante Nueva Zelanda ya que considera que su equipo adquirió una experiencia vital y una gran motivación para el siguiente encuentro.
El entrenador de los Wallabies insiste en que el éxito de los All Blacks se basa en gran medida en contar con un grupo de jugadores que ya intentó levantar la Copa Mundial y falló dolorosamente.
“Los All Blacks tienen un grupo que sufrió en muchas ocasiones”, explicó Deans. “Para muchos jugadores de la estructura básica, este es su tercer intento para consagrarse y que tienen ese deseo ardiente, el fuego que se necesita. También lograron una resistencia mental, que por el momento, nosotros no la tenemos”.
Australia cuenta con el plantel más joven del torneo y quizá pagó las consecuencias el domingo, cuando presentó una alineación de 22 jugadores, de los cuales solamente 5 participaron previamente en un Mundial.
Una oportunidad de redención
En comparación, nueve de los All Blacks que salieron a la cancha en el Eden Park cargaban con el recuerdo del fracaso en el Mundial anterior.
Deans afirmó que el equipo australiano entero se beneficiará con la experiencia de la derrota en semifinales y que la juventud jugará a su favor cuando tengan ocasión de redimirse dentro de cuatro años.
Durante la charla con la prensa, el entrenador de 52 años logró esquivar a la pregunta de si planeaba continuar a la cabeza de los Wallabies en el futuro.
“Me encantaría ver a este grupo, y no tengo dudas de que habrá muchos de ellos que tendrán otra oportunidad, ganar una Copa Mundial de Rugby”, indicó. “Y si me toca estar ahí o no, me sentiré orgulloso por haber contribuido en parte”.
Un jugador que Deans cree que saldrá beneficiado por dicha experiencia es James Horwill, que tuvo que presentarse de emergencia como capitán para su país en un partido a muerte súbita en el escenario del rugby internacional más importante.
Un proceso de aprendizaje
Al segunda línea al que se le conoce afectuosamente como ‘Big Kev’, se le concedió la capitanía a menos de un mes de comenzar el torneo, luego de que a Rocky Elsom perdiera la capitanía de manera polémica.
Antes de que pudiera darse cuenta, Horwill se encontró al mando del equipo en su primera Rugby World Cup y reconoció que el proceso de aprendizaje fue costoso.
“Es un estilo de rugby diferente”, describió. “Todo está magnificado. Vamos a tener que aprender de esta experiencia. Las RWC son algo completamente diferente a cualquier tipo de rugby que haya jugado antes”.
“No hay tiempo para sacar el pie del acelerador, por así decirlo. Siempre se tiene que estar preparado para cualquier partido y cualquier cosa que surja. En ese sentido, es por eso que es tan único, porque no hay margen de error”.
Esta revelación reciente es exactamente lo que Deans opina que ocasionará una candidatura fuerte de los Wallabies para el Mundial de 2015.
No obstante, el entrenador natural de Nueva Zelanda no ignora que tal positivismo pueda eclipsar la gran sensación de decepción tras la derrota del domingo.
Ante la sugerencia de que los resultados de este año podrían considerarse un éxito, respondió tajantemente. “No era nuestro objetivo. Aspiramos a más que eso. Ahí tienen la respuesta”.
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