La peor actuación en décadas

La derrota frente a Escocia desato un mar de criticas contra los Wallabies - Foto: Planet Rugby
La derrota 9-8 de Australia ante Escocia en Edimburgo el fin de semana pasado ha sido ampliamente catalogada como la peor actuación de los Wallabies en décadas, con ex jugadores y medios criticando al equipo de rugby.
El jefe de la Australian Rugby Union (ARU) ha prometido una completa revisión a los malos resultados del equipo esta temporada incluyendo el partido del sábado, que fue la primera derrota del equipo ante los escoceses en 27 años.
Pero los críticos ya están exigiendo cortar cabezas, atacando la actuación del equipo y llamando a recortes salariales para los jugadores.
«Los Wallabies no sólo son el hazmerreír del deporte australiano. Son el hazmerreír del mundo internacional del rugby tras sufrir su peor derrota en décadas», escribió el periódico Sydney Morning Herald.
«Esta derrota no fue tan mala como ser vencidos por Tonga en 1973 pero no está lejos», añadió.
El periódico The Australian escribió que las malas actuaciones del equipo estaban amenazando el apoyo al deporte en un país donde cuatro tipos de fútbol se pelean por los fanáticos y el patrocinio.
«Este equipo de Wallabies será la muerte de los seguidores del rugby australiano, si no es la muerte del rugby australiano», escribió The Australian.
«Se están convirtiendo en los anti-All Blacks del rugby mundial, los Wallabies. Mientras que los neozelandeses casi siempre encuentran un modo de ganar, los australianos casi siempre encuentran una forma de perder. Nos sacamos los sombreros por ellos. Esa es una habilidad inusual y perversa», agregó.
El jefe ejecutivo de la ARU, John O’Neill, dijo a periodistas que estaba «devastado» por la derrota ante Escocia y prometió una completa revisión a las actuaciones del equipo.
O’Neill dijo que todos serían responsabilizados pero que el entrenador Robbie Deans, quien sólo ha conseguido 14 triunfos de 27 tests desde que comenzó en el cargo la temporada pasada, no corría riesgo de ser despedido.
Bob Dwyer, quien entrenó a la selección de Australia que ganó el Mundial en 1991, dijo que los Wallabies tenían problemas porque carecían de dos segunda líneas de nivel mundial y habían perdido su fuerza en el ataque.
«Ningún equipo puede ganar en el más alto nivel sin buenos segunda líneas. Si ves los grandes equipos, todos tienen grandiosos segunda líneas», dijo Dwyer a Australian Associated Press.