La pelota de Rugby – Parte I
Muchos se preguntarán por esa curiosa forma ovoide de la pelota de rugby. Y es aquí donde puede vincularse naturaleza y cultura gracias a un zapatero remendón llamado William Gilbert que fue uno de los primeros en fabricar pelotas con cierta habilidad, las que fueron muy apreciadas por los aficionados.
A mediados del siglo XIX la pelota de rugby no era más que una vejiga de cerdo recubierta de cuero. Como la vejiga no era bien redonda, el balón tenía forma de huevo. Su cierre se hizo hermético para contener el aire en el interior. Esta precaria pelota era inflada a pulmón, se utilizaba tanto para el rugby como para el fútbol. El sistema de fabricación no era nuevo: debía existir desde casi doscientos años antes, puesto que Shakespeare hablaba ya de una pelota «cased in leather».
Luego del descubrimiento del caucho natural, en 1860, hubo que esperar una década hasta que se inventó la cámara de caucho que sustituyó a la vejiga de chancho. Fue entonces cuando Richard Lindon, un artesano de Rugby (Inglaterra) experimentó con una pelota de cuero dividida en gajos. Cosida a mano. Que encerraba en su interior esa cámara de caucho cuyo envoltorio se ligaba con tiento.
Cuando en 1871, fueron codificadas las reglas de juego por la Rugby Union, algunos dirigentes estaban angustiados por normalizar la forma y las dimensiones de la pelota. Tal interés puede explicarse por el hecho que antiguamente la pelota se fabricaba con una vejiga de cerdo a la que se llenaba de paja o de heno lo que le daba, gracias a la naturaleza, aproximadamente las mismas dimensiones y su clásica forma ovoide.
William Gilbert (1799-1877) fue un zapatero remendón, proveedor oficial de la Escuela de Rugby. Vivía muy próximo a la famosa public school donde atendía una pequeña tienda en el número 5 de la calle St. Mattew de Rugby en Inglaterra. Fue el primero en fabricar pelotas con cierta habilidad las que fueron bien consideradas por los aficionados.
Gilbert recorría las casas de campo buscando los cueros de animales más apropiados para manufacturar las envolturas. Cortaba el cuero en cuatro piezas, las cosía y luego las dejaba secar. Así se fabricaba la envoltura en la que se introducía una vejiga de cerdo (eso le permitía adquirir la original forma ovoide) y luego se le insuflaba el aire soplando «a pulmón» a través de una boquilla de pipa. Para finalizar, se cerraba el orificio de la envoltura con un cordón de tiento dando lugar a un balón no del todo redondo ni del todo puntiagudo que hacían suponer que no había encontrado su forma definitiva.
He aquí una posible respuesta que contesta a la pregunta sobre la forma de la pelota de rugby, un verdadero vínculo entre naturaleza y cultura.
En 1860, cuando el químico británico Charles Hanson Greville Williams descubrió que el caucho natural era un polímero del monómero isopreno y hacia 1870, el mundo de los porcinos reveló un gruñido de alivio cuando el caucho reemplazó a la vejiga. Para esa misma época Richard Lindon, otro artesano de Rugby, había fabricado la primer cámara de caucho inflable que se utilizó en una pelota de rugby. En un primer momento estas pelotas se revelaron menos resistente que las Gilbert, pero entonces la invención de Lindon fue mejorada por la firma Mac Intosh & Co, con gran suceso.
Antiguo aviso publicitario de las pelotas Peck & Snyder’s Match y Spalding publicado en 1891 (Inglaterra) En 1871 con la formación de la Rugby Football Union, siguiendo el ejemplo del football association que lo había hecho en 1863, comienzan a codificarse las reglas de juego por lo que algunos dirigentes tratan de normalizar la forma y las dimensiones de la pelota.
Por oposición, los jugadores del football association utilizaban la misma pelota pero más redondeada, casi una esfera perfecta, para que rodara mejor.
Con el paso del tiempo comenzaron a diferenciarse aún más los balones, acentuando la forma oval para el rugby-football y la redondez cada vez más perfecta para la pelota utilizada por los equipos de football-association.
En el primer match internacional con balón oval se disputó entre Escocia e Inglaterra, el 27 de marzo de 1871 en el campo de la Academia de Edimburgo (Reaburn Place), Escocia ganó por un gol y un try contra un try de Inglaterra, jugándose en dos tiempos de cincuenta minutos y cada conjunto alistó a 20 jugadores.
Proximamente mas sobre este tema en:
«La pelota de rugby (Parte II)» ……
Fuente: DDR
Nota: Ruben Ayala