Juan Palomares y el Cullera RC
Cancha de Rugby JuanPalomares - Cullera Rugby Club - Foto: CRC
Estaba con mi familia en un pueblo de la playa del mediterráneo español, llamado «cullera», en uno de las veces que nos acercamos allí, aprovechando algún fin de semana largo, como desde el piso se ve directamente la playa, unos de las «actividades agobiantes» que tengo, es levantarme temprano y ponerme a observar el mar y todo el movimiento que hay de gente tanto en el paseo marítimo como en la arena.
Uno de los días en que podía hacerlo, estaba en ello cuando noto una señal en el cerebro, algo, por debajo en el paseo peatonal marítimo, ya que estamos en una séptima planta, y que me resultaba familiar, no me explicaba porque, me sucedió lo mismo el siguiente día, hasta que al siguiente, me decidí a bajar en el rango horario y tratar de estar en el momento justo cuando pasaba por allí, la persona que me llamaba la atención, desde arriba notaba que era un señor mayor, con movimientos pausados acordes a su edad y que pasaba trotando.
He sido y siempre seré jugador de rugby, y mi esfera en el deporte, en este momento se desarrolla en Madrid, pero aquí corroboré, una frase que nos había dicho uno de tantos entrenadores filosofos que abunda en nuestro deporte: -» nunca nos sacaremos la camiseta a raya, en cualquier parte del mundo que estemos, por ej. al estar sentados en un bar, notaremos que alguien al lado hace algún movimiento que nos alerta algo en el cerebro y que nos indica que seguro ha sido jugador de rugby, y antes de 10 minutos estarán tomando una cerveza hablando el idioma en común de este deporte».
Esto es lo que me paso, pero aquí no solo han sido las señales subyacentes, porque exactamente el día que baje, hacía un pelín mas de frio, no era verano y este señor, venia trotando con una camiseta a rayas horizontales, que al tiempo me la regalo, con el tejido de algodón grueso, de esos que hacia insoportable la camiseta cuando hacía calor y ya todo me quedo mas claro.
Al estar en un sitio de playa, y desconectando todo lo posible del trajín diario, no me imaginaba que en el pueblo existiera un equipo de rugby, y no solo eso, sino que este señor con sus 70 años, seguía corriendo todos los días, había fundado el club, que hoy es un equipo importante en la federación valenciana, y agradezco siempre el haber tenido la curiosidad de bajar, porque al conocerlo, no me imaginaba, la institución «en si» que es este señor en el rugby, no solo de la ciudad, sino en Valencia y Barcelona, y mas allá de la frontera, en Francia y actualmente cuando va a observar los partidos, se emociona siempre en alguna buena jugada, asi se trate de los alevines y de cualquier equipo.
Por suerte en su pueblo y en su club, son muy inteligentes y le han reconocido en vida su trayectoria, ya que el campo del Cullera Rugby Club Forval, lleva su nombre, (link del club es el siguiente, https://rugbycullera.blogspot.com.es/), hay alli una figura suya en bronce y su nombre es JUAN PALOMARES.
Desde ese día nos hemos hecho amigos, y la verdad es que disfruto tanto, porque cuando estoy en el pueblo, un día o dos nos encontramos a almorzar (9 y media de la mañana, costumbre de la región), teniendo en cada una de nuestras encuentros, infinitas anécdotas, y la correspondencia de ser festejadas todas ellas, con mucha atención.
Incluso de vez en cuando, en el club me invitan gracias a él, a sus famosas paellas, que tienen las mismas características de nuestros asados, ya que son para numerosos comensales, vamos mucho tiempo antes, y eso implica el poder apreciar todo el proceso, regándolo con algún vinito o cerveza charla y risas continuadas, solo cambia con lo nuestro, es, que en vez de las tiras de asado, son mejillones de tentempié y luego arroz en la mejor paella que he tenido la suerte de ser invitado, con permiso de «Jordi», que es el presidente del club y rival en la mejor paella de la región.
Y quería desde este medio y por la gran amabilidad de Pablo, al publicarlo, el poder homenajear a tan ilustre personaje, ya que es una de las tantas que también hemos conocido en nuestra argentina, que está plagada de situaciones parecidas, y digo una que he conocido, en nuestra «Cordoba» lejana, como el «negro peralta», y que desde aquí va mi humilde reconocimiento, que prácticamente hizo él, a la famosa «cuarta» del Colegio Taborin que después sembró las bases, de la trayectoria del «tan querido» nuestro club Taborin Rugby Club, que cuando jugué allí, en su momento yo creía que sabia casi todo del rugby, (17 años, je), pero todo lo que me enseño, que para él ha sido solo una ínfima parte, hasta el día de hoy, su doctrina la sigo aplicando en las categorías que entreno.
GRACIAS «JUAN PALOMARES» Y «NEGRO PERALTA», Y A TODOS LOS QUE ESTAN TODOS LOS FINES DE SEMANA TRABAJANDO PARA TRANSMITIR EL ESPIRITU DE NUESTRO DEPORTE.
Eduardo Pinat
