«Estaba ansioso como si fuera la primera vez»
El experimentado jugador de Huirapuca, Hugo Dande, volvió después de casi un año de estar fuera de las canchas. «Estaba ansioso como si fuera la primera vez», confesó el octavo que dijo además que este año espera que se le de el título a su club.
A los ocho años conoció una pelota de rugby. Y no la soltó más.
Hoy, a los 34 años y tras superar un amargo alejamiento de las canchas, Hugo Dande volvió a pisar el césped de su querido Huirapuca para comandar el juego desde la cola del scrum.
“Fueron 30 minutos los que jugué pero me sentí bien. Físicamente estoy impecable gracias a la pretemporada que hice con los chicos y por el trabajo que nos dio el profe Pedro Silvano. Me siento bien, con algunos golpes del partido con Lawn Tennis que fue duro pero así serán todos estos partidos, finales”, dice el experimentado jugador.
A pesar de los años, la ansiedad le jugó en contra. “Habíamos hablado en la semana con los entrenadores y con Javier Belloto, el capitán del equipo, que estaba a disposición de ellos para jugar. Me dijeron que sí y estuve bastante ansioso, como si fuera a debutar. Fue una sensación muy linda volver a estar en una cancha con mis compañeros”, dijo el octavo que jugó en Primera a los 16 años y que pasó por los seleccionados juveniles (’92 y ‘93), la Naranja (1994-2006) y Los Pumas (2000-2004).
“Este torneo no deja lugar para relajarte. Nosotros nos propusimos ir partido a partido, puliendo errores ya que todos los fines de semana son una final. Ya superamos a Cardenales, que llegó a las instancias finales del campeonato pasado; a Lawn Tennis, el campeón; ahora nos toca viajar el sábado para jugar con Universitario de Salta que viene puntero. No da respiro. Va a ser muy importante tener un buen recambio para todos los equipos”, asegura y agrega que “gracias a Dios, estamos bien, muy bien con ese tema. Subieron muchos jugadores juveniles de muy buena calidad y siguen saliendo terceras líneas por suerte. Eso me hizo pensar también que en algún momento tengo que dar un paso al costado. Pero la experiencia también es importante para manejar algunos partidos. Así que seguro esta temporada sigo jugando”.
El presente de su club hoy es una realidad diferente a la que les tocó vivir a ese grupo de jugadores que hizo conocida a la institución del sur: la camada de los Molinuevo (Alejandro, Tristán y Leandro; José María Núñez Piossek, Javier Belloto, el mismo Hugo, los Lazcano Miranda). Pasó por épocas de “comerse” de 70 a 100 puntos, de jugar en el Ascenso a salir campeones y ser respetados deportivamente.
“Hoy el club está hermoso. No sabés lo que está la cancha, que tiene un sistema de riego. Se están haciendo muchas cosas. Los dirigentes se están moviendo bien”, añadió quien se ve en muy poco como entrenador. “Estoy estudiando, mucho. También estoy en contacto con amigos de Buenos Aires para realizar cursos de couching porque hoy el rugby se abrió mucho y uno puede ser entrenador de distintas facetas de juego como line, scrum, etc. En el club estoy entrenando a la M14”.
Hugo quiere seguir jugando, al menos un año más. “Seguro esta temporada jugaré en el club porque estoy bien físicamente y necesito ponerme en ritmo de competencia. Hay ofertas para volverme a Europa que antes había desechado por trabajo pero ahora existe la posibilidad de, por los menos, jugar una temporada más allá. Veremos qué pasa. es muy pronto para decidir eso y el retiro. Si no fuera por mi esposa María José, mis viejos y mis amigos que me bancan a muerte, hubiera dejado hace rato”.
“¿Si me veo jugando para el seleccionado? Uf… sería un sueño. Yo me despedí en el 2006 en Buenos Aires pero siempre me rondó por la cabeza jugar acá, al menos 20 minutos de un amistoso siquiera, para despedirme de la Naranja rodeado de mi familia, mis amigo y de toda la gente que me brindó mucho cariño. Sería un sueño. Un lindo sueño realmente”, dijo Dande que tiene todavía sueños por cumplir y es verlo a Huirapuca campeón este año.
“Ojalá, ojalá se de. Trabajamos mucho a principio de año y tenemos un gran grupo humano”, finalizó.
Por Horacio Gambarte, de rugbytucumano