El sueño profesional
En estas últimas dos semanas, ha sido importante en la historia del rugby, ver como este deporte se esfuerza por convertirse en un deporte verdaderamente global.
Los mega-salarios percibidos por Dan Carter y Jonny Wilkinsons en la actualidad no dejan duda de que los días en que jugabamos por la coca y el sandwich ya han desaparecido. Pero por otra parte esos mismos jugadores son arbitrados por referees que no trabajan fulltime en este deporte, lo que indicaria que en el plano estrictamente profesional este juego aun tiene mucho camino por recorrer.
Cuatro incidentes en la última semana me han convencido de que nuestro deporte goza de buena salud y cada vez más cerca de cumplir las aspiraciones de aquellos pioneros profesionales de hace una década.
Los cuatro proporcionarán lecciones valiosas para el futuro.
Ellos son:
1. El anuncio de que dos equipos italianos se unirán a la Liga Magners de la próxima temporada.
2. El anuncio de que el iRB ha ayudado a financiar la entrada de Argentina en el Tri ampliado de las Naciones en 2012.
3. El tira y afloja entre Stade Français y de Inglaterra para los servicios de James Haskell.
4. El anuncio de que los Springboks incluira a sus jugadores que juegan en el exterior para su test match frente a Gales en junio.
Los dos primeros hablan por sí mismos y estoy seguro de que todos estarán de acuerdo en que los equipos italianos y argentinos deben ser expuestos a una mayor competencia internacional, lo que aumentaria el interes en el rugby de los países involucrados y el deporte en general.
Los dos últimos sin embargo, seguirán siendo temas de debate caliente en los próximos meses, pero creo que ambos eran inevitables y son parte positiva del proceso de crecimiento.
Si el rugby es para ser verdaderamente profesional, todos los miembros que forman este sistema deberian encontrar o permitirseles tener un empleo remunerado.
Los equipos italianos se beneficiarían mucho estar en la Magners League y este hecho atraera aun mas jugadores a las ligas italianas, indepedientemente de la emigracion hacia otros clubes europeos.
La debacle de Haskell con el Stade Francais debe utilizarse como una lección para el futuro. No se debe culpar a Haskell por querer jugar con su equipo en Francia y tampoco a sus empleadores de querer que cumpla con su trabajo.
Un jugador que se va a jugar en equipo extranjero es un concepto relativamente nuevo para nuestro deporte y este tipo de conflictos son de esperar. Sin duda, este incidente asegurará de que habra menos ambigüedad en los contratos firmados en el futuro.
El mundo se está convirtiendo en un lugar más pequeño y los sindicatos nacionales van a tener que adaptarse. El presidente del IRB, Bernard Lapasset decia que: “Cada vez más tenemos que (alcanzar) una solución común juntos para gestionar este proceso y cuestiones tales como el número de clubes, el número de jugadores.
“Nosotros tenemos diferentes puntos para discutir con los clubes y los sindicatos. Debido a que la economía es lo primero en el sistema profesional.”
Peter de Villiers, ha sido lo suficientemente inteligente para dejar claro que se está limitando a los jugadores que juegan en el extranjero a que jueguen en la selección y opto por varios para los test matches de junio frente a Gales, claro que la condicion es que ya hayan vestido la camiseta de los Springboks.
Aprovechando el talento y experiencia de aquellos que han pasado por la seleccion de los Boks y que siguen jugando profesionalmente en otras ligas del mundo. No ver estos jugadores o no incluirlos en el seleccionado seria como estar ciego.
Los aficionados no deben tener miedo de que los talentos más brillantes del país, hagan sus maletas se vayan en persecucion de euros y libras. No, no habrá un éxodo masivo repentino. Jugadores como Wynand Olivier o Ryan Kankowski no van a Europa en el corto plazo – saben que sus mejores posibilidades de selección se encuentran en los Bulls y los Sharks. Ningún entrenador va a estar esclavo de ver horas de videos de juegos de extranjeros cuando se tiene lo que necesita en casa.
Los aficionados del hemisferio sur estan enfocados en los jugadores extranjeros en los equipos de SANZAR. Si los Pumas son un éxito en Four Nations, van a tener que comenzar a firmar contratos en el Sur y pronto. Es preocupante que esto no haya sido la tendencia, y por esto se ve como Juan Martín Hernández regresa a París, al igual que Martín Rodríguez.
Mientras que los administradores se frotan las manos ante la perspectiva de todas las ventas de camiseta, vamos a aprovechar esta oportunidad para recordarles el mayor obstáculo para profesionalismo en el rugby: los oficiales del partido son amateurs.
Hay un montón de grandes árbitros profesionales hoy. Pero debe haber muchos más.
Por Ross Hastie