El scrum del pato García Yañez
Ahora que está postrado por un serio problema en su columna vertebral, al que le da pelea a diario desde 1983, Luis García Yañez, El Pato o El Negro , como se lo conoce, cosecha todo lo que sembró a lo largo de sus 72 años. Por la habitación del Hospital Británico, donde busca recuperarse de la operación número 14, desfilan permanentemente Pumas de todos los tiempos, cultores del rugby, amigos e infinidad de personas a las que fue conociendo por su trayectoria en el deporte y en el ejercicio de la medicina.
Un ejemplo de deportista el Pato García Yañez, que trascendió como pilar de los Pumas del 65, pero que también se consagró campeón de natación y remo, además de destacarse en básquetbol y en salto en alto. “Superman vive en San Fernando”, tituló LA NACION en la década del 60, refiriendo al club que lo vio nacer y al que defendió como pocos, más allá de su último paso por San Andrés.
También médico de vocación, sin importarle si los que lo necesitaban podían pagar o no. Para él siempre fue más importante el saludo que el arancel. En las islas del Delta, transportándose en una lancha a motor; en un consultorio o como integrante de distintas delegaciones argentinas. Estuvo en decenas de giras de los Pumas (mundiales de 1989 y 1999) y en los Juegos Olímpicos de Munich 1972.
Al rugby empezó jugando como apertura, y en ese puesto, con edad de reserva, debutó en la primera. Después se convirtió en pilar, integrando junto a Ronald Foster y Ricardo Handley (su gran amigo, el que ha costeado buena parte de sus operaciones en la columna) una de las mejores primeras líneas en la historia del seleccionado argentino. De aquella epopeya del 65, la que le dio inicio a la leyenda de los Pumas, la historia guarda de él un par de recuerdos imborrables. Uno, cuando se encerró en un vestuario junto con un grupo reducido de jugadores para jurarse que de la cancha los iban a sacar muertos si no empezaban a ganar luego de las dos primeras derrotas de la gira. La otra, la del encuentro consagratorio ante los Junior Springboks, al que afrontó con un dolor de cuello que no lo dejó dormir la noche previa.
Sus problemas de columna (nació con el canal estrecho, y su genética le hace crecer el hueso, que le oprime la médula) lo han tenido a maltraer desde la primera operación que le efectuaron en los Estados Unidos, hace 27 años. Ahora recuperó la movilidad en los miembros superiores, pero no en las piernas. No bien se le cierre la herida (lo están tratando con un método nuevo, basado en algas), iniciará la rehabilitación en un centro del barrio de Belgrano.
Norma, su mujer, me cuenta que el Pato está ansioso por salir del hospital y que el cariño de todos lo ayuda a levantar el ánimo, que no fue el mejor en estos últimos meses. Pero García Yañez sabe lo que significa empujar en el scrum de la vida. Con una ventaja que la construyó él mismo: no está solo.
Por Jorge Búsico
19 de Agosto de 2010
Canchallena.com