El ritual y la actitud
Paso la intensa y dura semana de entrenamientos. Finalmente estamos listos. Estos dias se hicieron largos, pero fueron perfectos porque entrenamos muy metidos, tal vez fue una de las pocas veces en que nadie se equivoco. Esos entrenamientos en donde no se cae una sola pelota, y donde todo parece estar bajo control, hasta el mas minimo detalle.
Llego el sexto dia, la noche previa y el ritual de siempre. Me dispongo a preparar todo; el bolso, medias, vendas, pantalon, camiseta, botines, rodilleras, la cinta, la vaselina, los tapones altos por si llueve, el protector bucal, la toalla, la remera, el buzo, las zapatillas, los fluidos para las piernas para entrar en calor. Me olvido de algo? Parece que no, pero siempre me queda esa sensacion de que algo esta faltando. Pareciera nunca acabar el ritual de la preparacion del bolso. Lo reviso en mi lista mientras lo preparo, me cambio virtualmente repitiendo lentamente en mi cabeza y hasta mimico gesticulando con mis manos cada uno de los pasos previos al cambiarme antes del partido. Todo un ritual y lo que ello encierra. La ansiedad y los nervios previos.
Me voy al club, siempre es mejor estar temprano para meterse de lleno a respirar rugby. Es importante la concentracion y el repaso de lo entrenado durante la semana, sin embargo, como al descuido observo de a pantallazos el partido de la reserva alentando a mis companeros de club. Me estimula mas mentalmente cada vez que anotan un try. Vuelvo a meterme, nuestro entrenador nos da la charla previa, las miradas escuchan atentas y reflejan la ansiedad por salir a jugar.
Arranca el precalentamiento. Nadie habla, todos estan metidos. Veinticinco minutos de menor a mayor y a punto de entrar a la cancha. El circulo y las manos, el hurrah tres veces y estamos adentro!
El partido es muy parejo, la presion es incontrolable y se siente permanentemente. No hay ventaja, tampoco descanso, el ritmo es tan intenso que no da tiempo ni siquiera a pensar, nos hacen un try, luego otro y estamos perdiendo. Los nervios nos consumen, no nos salen las cosas y nos hemos salido del libreto. En el ingoal, solo nos miramos, y nos alentamos a levantar la cabeza, a mirar hacia el frente en vez de mirar hacia abajo, a no quebrarnos. Nadie habla, solo el capitan, que dice: “El partido es ahora y ahora hay que ganarlo, despues es tarde”. Estaba solo en cada uno de nosotros asumir aquellas palabras y tener una actitud positiva ante la adversidad. Saber que podiamos, y que estabamos preparados para sobreponernos y dar vuelta el partido.
Y asi fue. Ganamos por solo cinco puntos de diferencia, y no fue precisamente por haber jugado mejor que nuestro rival, sino por haber tenido la actitud y la conviccion de poder hacerlo.
Por Pablo Csaky
@pablocsaky