Declaraciones de Néstor Galán
Nestor Galan (URBA)
El presidente de la URBA Néstor «Lalo» Galán habló con Ámbito Financiero que, desde el miércoles pasado, tiene un suplemento de rugby semanal.
-Que el rugby de Buenos Aires no haya retenido la presidencia de la Unión Argentina de Rugby, ¿fue una derrota?
-Tenemos que aprender a mirar el rugby de todo el país. Alguna vez las uniones del interior se iban a poner de acuerdo, y esta vez encontraron a la persona que necesitaban para unirse y encolumnarse detrás de ella. Hay que reconocer que en el momento en que se produce la elección pensábamos que Porfirio (Carreras, el anterior presidente de la UAR) seguía. La URBA, naturalmente, tardó en reaccionar por la cantidad de clubes que tiene, en un momento complicado en el que la preocupación pasaba por otro lado. No fuimos capaces de separar algunos temas que estaban pendientes y se radicalizó aún más el tema del Pladar tanto de mayores como de juveniles. Si fue una derrota por no tener capacidad de reacción, tendremos que mejorar en ese aspecto; tampoco hay que volverse locos pensando que perdimos una presidencia; tal vez debamos decir que la ganó el interior porque pese a sus diferencias estuvo más unido y con ideas más claras que nosotros.
-¿Se expuso al presentarse como candidato a presidente de la UAR sabiendo que no ganaba?
-Los clubes sabían que quería completar mi mandato en la URBA. Acepté con la condición de que se lograra consenso con el interior en una lista de unidad. No me pareció bien participar de la negociación con el interior siendo candidato y entonces se formó la comisión negociadora elegida por los clubes. Después de las primeras reuniones sabíamos que no ganaba, pero me pidieron que siguiera encabezando la lista para lograr una mejor negociación. Podemos decir que me expuse sabiendo que no ganaba; la comisión negociadora me solicitaba que siguiera pero lamentablemente no se llegó a negociar nada.
-¿Qué ganó o perdió la URBA al resignar la presidencia y todos los cargos ejecutivos de la UAR?
-La URBA podría en este momento estar ocupando más cargos ejecutivos en la UAR pero el interior no se lo permitió. En la elección de Porfirio (NdR: asumió como presidente de la UAR en 2008), que negocié personalmente con Carlos Righi, Buenos Aires tenía ganada la elección y la mayoría, por ende podríamos haber hecho lo que hizo el interior en esta última elección. Optamos por darles los cargos que consideramos debían de tener. Esta vez no ocurrió lo mismo. Personalmente creo que era mejor que Cacho Castillo cogobernara esta primera vez con Buenos Aires en igualdad de consejeros titulares y con mayoría en la mesa chica, pero la decisión fue otra.
-¿Se nota que el rugby nacional está en manos del interior?
-No hay hasta ahora ningún indicio ni síntoma alguno, lo que me parece muy bueno. Los dirigentes están haciendo un gran esfuerzo y nuestra gente está colaborando en lo que nos piden y necesitan. No olvidemos que la UAR es de todo el rugby argentino y no de quien circunstancialmente la preside. Si a la UAR le va bien, nos va bien a todos.
-¿Sigue justificándose la anti-nomia interior-Buenos Aires?
-No, pero va a seguir existiendo mientras no se entienda que el rugby no es patrimonio de nadie. Es muy importante aplicar el principio que dice que en rugby el éxito depende del esfuerzo mancomunado del equipo. Acá hay que formar un equipo con los mejores, con los más capaces y dejando de lado egoísmos e intereses personales, provinciales o regionales. Está bien que exista la rivalidad, un ingrediente que hace más interesante la competencia; no hagamos de esta situación algo de vida o muerte.
– ¿Cuál es la motivación para seguir luchando por el rugby?
-El rugby me enseñó a luchar siempre y a no darme nunca por vencido: ésta es sin dudas una época difícil, pero en definitiva es una adversidad más que tenemos que resolver entre todos.
-¿Es lógico sentir que la URBA o sus clubes están poniendo palos en la rueda de una evolución inevitable?
-Si somos consecuentes y coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos, tenemos que ser respetuosos de todas las opiniones y los demás deben respetar también nuestra postura. El 100% de los clubes que integran la URBA se pusieron de acuerdo en trazar una línea divisoria entre el rugby profesional y el amateur sobre la idea de que todos queremos proteger el amateurismo en nuestros clubes. Nos parece sano que esa división exista. Si poner palos en la rueda es estudiar responsablemente la situación actual como quizá nadie lo ha hecho seguramente que es así, pero no nos vamos a arrepentir de esta situación. Si se considera al rugby profesional como una evolución inevitable, nuestra unión lo ha aceptado plenamente a nivel selección nacional y vamos a respetar lo aceptado pero no dentro de la unión y los clubes.
-La aceptación o no del Pladar, ¿tiene que ver con que no se entiende el Alto Rendimiento o es por el temor de que el rugby profesional em-piece a ingresar?
-Fundamentalmente no se entiende o no se acepta totalmente porque no se conoce con precisión y detalle por esa dinámica que tiene. Es claro que hay temor de que el rugby profesional traspase los límites que hoy todos tenemos muy claros. Estamos de acuerdo todos en que no queremos profesionalismo en los clubes de la URBA.
-¿Qué le parece Luis Castillo y que piensa de su presidencia?
-Es un hombre de rugby y creo que con eso digo todo lo que pienso de el. Es prematuro hablar de su gestión cuando apenas van unos meses, pero está haciendo un gran esfuerzo personal y tiene que tener el apoyo de todos y por supuesto el de Buenos Aires. Si le va bien a Cacho no va a ir bien a todos.
Ambito Financiero
