Agustín Pichot, sin cassette, habló de todo
Agustin Pichot
El tipo dormía plácidamente. Quizás soñaba con el potencial Four Nations, o con el rugby olímpico o tal vez con sus hijas, Valentina y Joaquina. Pero el sonido del celular le rompió el sueño ¿Qué sucedía? ¿Quién lo llamaba tan temprano? ¿Sería una buena o una mala noticia? Se frotó los ojos, manoteó el teléfono que estaba en la mesita de luz, y finalmente tiró un endeble y resquebrajado «¿hola?». «En Inglaterra dicen que sos el mejor jugador de la década».
Esas palabras, de arranque, fueron las que taladraron sus oídos. ¿Seguiría soñando? Le costó descifrar el mensaje que le llegaba del otro lado, pero finalmente, una vez que encendió la computadora, pudo comprobar que no se trataba de ninguna broma con delay del día de los inocentes. El prestigioso diario inglés Daily Telegraph, en un artículo firmado por el periodista Mick Cleary, lo había elegido como el jugador de rugby más influyente de la década. Y ahí, claro, infló el pecho. «Cuando leí la publicación me di cuenta de por qué mis amigos me habían llamado tan temprano», le cuenta AP9 (¿ó 10?) a Scrum.com, para darle el kick off a un entrevista 100% Agustín Pichot.
-Mientras leías las flores de Cleary, ¿qué se te cruzaba por la cabeza?
-Me puse contento, aunque tengo claro que no es algo sólo mío. Es el reconocimiento de la prensa inglesa a un lindo equipo.
-¿Te sentís más valorado en el exterior que en la Argentina?
-No; me siento muy apoyado por mi país y por la gente de acá; que un sector del rugby no lo haga es otro problema. Esta gente siempre estuvo dando vueltas y jamás me preocupó, ¿creés que me importan sus críticas? Lo que verdaderamente me llena el alma es viajar por el país o ir a ver a los chicos del CASI y que todos me demuestren su cariño. Eso es lo que verdaderamente me importa; lo que me hace feliz.
-Honestamente, ¿te sentís identificado con todo lo que Cleary publicó en el Telegraph?
-Me gustó lo que escribió, porque habla no de mi juego técnico; ¿sabés lo mal que la pasaba para la izquierda? (risas). Cleary se metió en algo más profundo. Siempre es lindo que hablen bien de uno y más un medio como el Telegraph, pero para serte sincero& me emociona más el reconocimiento al país. A mí me toca representar lo nuestro y eso me pone orgulloso. Y no tengas dudas de que, desde el Tano (Loffreda) y Banana (Baetti) a cada uno de los chicos, todo se consiguió en base al esfuerzo y de ir siempre para el mismo lado, sin dejarnos llevar por la mediocridad ni los facilismos.
-La columna dice que ayudaste más al rugby argentino fuera de la cancha que a Los Pumas dentro de ella, ¿coincidís?
-(Duda) Yo fui parte de… Si eso ayudó, tengo que reconocer que el sistema me ayudó a mí también. Yo soy el agradecido, ¡mirá todo lo que me dio el rugby! Mis amigos, conocer el mundo, poder ser licenciado, darme la oportunidad de ayudar a otra gente. Sinceramente es el sistema que te ayuda a hacerlo.
Pero basta de flores, chocolates y elefantes rosas. Agustín Pichot, el jugador más influyente y carismático que dio el rugby argentino en su historia, comienza a desviar la conversación a temas no tan románticos y sí bastante más picantes. Y el conflicto entre la Unión de Rugby de Buenos Aires y el PladAR es obviamente el puntal para dejar de lado los elogios y ponerse el cuchillo entre los dientes. «Lo que está sucediendo es más de lo mismo de toda la vida en un sector de la URBA. Es esa mediocridad de formas y de no sensibilizarse con la realidad.
Desde la UAR estamos protegiendo a los clubes para que sean amateurs, claros y honestos. Pero las ambiciones personales pueden contra todo y lo peor es que los que dirigen en contra y toman decisiones importantes no hablan con los jugadores o para los jugadores. Salen con ese discurso berreta, cuando dicen que los dirigentes están para dirigir y los jugadores para jugar. Parece que el verbo «escuchar» no está incorporado en esas cabezas. Da la sensación de que no quieren enterarse qué le pasa a los jugadores. Son negadores de los problemas con fundamentalismos hechos a medida y en base a mentiras.
¿Sabés cuántos presidentes de los clubes que se oponen fueron a visitar el centro de alto rendimiento? Eso a veces te da bronca. Si te vas a oponer, no uses excusas diciendo que cobran o no cobran, cuando por ejemplo el CASI, mi club, dejó jugar al Tati (Phelan) cuando hacía publicidades, cobraba viáticos y premios. En resumen, recibía mucho más que un integrante del PladAR, al que sólo le llega una beca y la facultad. Tenemos que aprender a construir más y, sobre todo, a escuchar más y ser coherentes».
-¿Creés que la división entre el Interior y la URBA son un palo en la rueda en el crecimiento del rugby argentino o la cosa pasa por otro lado?
-Son cosas injustas. Si la gente se enterase de las cosas que hicieron algunos representantes de Buenos Aires en estos últimos meses se sorprenderían mucho. Pero no hay que dividir más, no es tan grave todo, no es todo unitarios contra federales, profesionalismo contra amateurismo. No es todo vengativo. Y hoy le toca al Interior por muchas razones merecidas. Hay que sumar, y no hacer del rugby una elite sólo de Buenos Aires contra el resto. Si algunos clubes lo ven así, que diseñen una liga conservadora de elite, y que no pongan publicidades, que no contraten coaches rentados, que no dejen a sus jugadores entrenarse cinco veces por semana, que no les paguen una nutricionista, y que no les ofrezcan los servicios de un analista de videos por ejemplo… Pero no, ese no es el caso.
-¿Qué te pareció la elección de Castillo como presidente de la UAR?
-Tuve la suerte de compartir un año de trabajo con Castillo y la verdad es que es un señor. Siempre trató de liderar su postura con diálogo y con visión integradora. Ojalá que pueda tener una buena gestión.
-¿Qué sentiste cuando te enteraste que Ricardo García Fernández ya no continuaría al frente de Subcomisión de Rugby de Alto Rendimiento?
-A García Fernández (representaba a CUBA en la UAR) lo traicionaron muy feo; no podían soportar verlo trabajar y tan bien. Estoy seguro de que va a seguir y que su trabajo continuará ayudando al crecimiento. Es muy importante que no se baje, pero no por la IRB ni nada protocolar, sino porque sus dos años de trabajo son esenciales para seguir creciendo con un orden. Ojalá continúe y ojalá se pueda sumar más gente como él. Su club debería valorarlo y no soltarle la mano. Es un tipo de rugby y un gran trabajador.
-¿Su partida no frena un poco el crecimiento?
-Hay que sumar gente y seguir, por más críticas y movimientos en contra que se vengan. El sistema es lo mejor para mejorar personas; no es para armar profesionalismo. Tenemos que ordenar y ayudar al jugador. El Gringo Perasso, que no es de mi club, siempre me decía: «Nosotros, los dirigentes, estamos para colaborar con los jugadores». Esa frase me quedó siempre adentro de mi cabeza. El juego es de ellos, de los que están adentro de la cancha.
-Pero vos ahora sos ex jugador y estás del otro lado, ¿no tenés miedo a dirigir todo sólo a favor de los jugadores?
-Es que es todo para los jugadores. Yo no necesito viajar ni ponerme ningún saco. Esto no se hace para ganar plata o tener poder… ¿¿para qué?? ¿Para regalar entradas al Four Nations?
-¿Pero es cierto lo del mail que andaba circulando de la Asociación? Explicame eso…
– Esa fue una movida para embarrar la cancha una vez más. El contrato entre jugadores y la UAR fue poner en limpio el Fondo Puma mucho más profesionalmente y, por primera vez, sin personalismos. Antes éramos Mario (Ledesma) y yo los que teníamos el poder firmado, pero ahora es una Asociación con todo ordenado y donde le cede a la UAR los derechos de imagen. Esto es algo que tienen todos los equipos del mundo, pero que lo metieron algunos vivos para confundir a la gente. Insisto, más de lo mismo.
-Antes mencionaste al Four Nations, ¿cómo viene la preparación de requisitos que pidió la Sanzar?
-Se viene trabajando lentamente pero se avanza. En las próximas semanas esperamos tener alguna novedad sobre el tema. Es muy importante lograr ingresar al torneo para que este plan federal de rugby se pueda llevar a cabo y, por ende, cada vez más chicos jueguen al rugby en todo el país. Pero atención, porque no es un plan para los 50 jugadores que tengan la suerte de jugar en Los Pumas, sino que es para generar más para todos. Pero el «para todos» es algo que no siempre está en la agenda de algunas personas…
-Se viene el 2010, ¿qué sueño espera que se concrete el mejor jugador de la década?
-No me gusta dicho así. Sacá lo último y agregá Agustín Pichot, je.
-Va de nuevo. Se viene el 2010, ¿qué sueño espera que se concrete Agustín Pichot?
-¡Que el CASI salga campeón! (carcajadas).
-¿Y además?
-Que sigamos generando consenso para no discutir más por pasiones personales. Que podamos sumar e ir para adelante bien, con distintas forma de ver las cosas, pero con diálogo. Y también espero que den un paso al costado las personas que toda la vida estuvieron trabando y complicando las cosas. El rugby es mucho más fácil y simple si crecemos todos juntos.
Sin pelos en la legua y con una honestidad brutal para cerrar el 2009. Fueron palabras de Agustín Pichot, de AP9, del Ficha, del mejor jugador de la década -aunque a él no le guste aceptarlo-.
Por Ramiro Gillot para Scrum.com
