«A un Mundial, uno va para ser campeón»
Patricio Albacete, referente de la generación intermedia de los Pumas no desconoce que el equipo debe mejorar mucho, pero confía: «Este grupo da lo mejor cuando nadie lo espera».Es uno de los indiscutidos dentro del plantel de Santiago Phelan. Dueño de un estilo que contagia con el ejemplo y no con las palabras. Siempre al pie del cañón, jugándose entero, aun a costa de arriesgar su propia integridad. A los 30 años, Patricio Albacete es uno de los líderes de la generación intermedia que tomó el lugar que dejaron Agustín Pichot, Ignacio Fernández Lobbe o Nani Corleto, por nombrar a algunos. Cuando habla es difícil creer que se trate de la misma persona que uno ve batallar en la cancha. De a pie, el gigante -con dos metros, es el tercer jugador más alto del plantel detrás de Mariano Galarza y Manuel Carizza- es tranquilo, introvertido, sencillo y amable, pero una vez que se pone la camiseta de los Pumas se transforma en una fiera.
Cuando se prepara para disputar su tercer Mundial -estuvo en Australia 2003 y Francia 2007- Pato se toma un descanso en la preparación física que desarrolla en Pensacola para analizar la actualidad del seleccionado, su presente y anticipar lo que vendrá para los Pumas en Nueva Zelanda. «Tenemos muchísimo por mejorar, pero tenemos que tener el sueño de ser campeones en el fondo de la cabeza», advierte para que no queden dudas de que el seleccionado argentino no irá a pasear a la cita mundialista.
Albacete, que esta temporada volvió a salir campeón del Top 14 con el Toulouse -su tercer título en Europa-, entiende que el presente del seleccionado no invita a soñar con su afirmación, pero advierte que los antecedentes avalan sus palabras. «Es lógico que la gente diga que el equipo no está bien cuando no hay resultados. Pero lo mismo pasó en 2007. No llegamos tan bien; perdimos con Gales y jugamos mal contra Bélgica. Este grupo da lo mejor cuando nadie espera nada. Por ejemplo, nadie pensaba que le podíamos ganar a Francia. Acá nadie te gana con la camiseta y nosotros llegamos a Nueva Zelanda sin presión. A un Mundial, uno va para ser campeón del mundo», dice el Pato, que, en la carpa que la organización de la UAR instaló en el hotel Portofino, habla lleno de confianza.
-¿Cómo estás afrontando la pretemporada?
-Estoy muy bien. Aguantando el ritmo de los entrenamientos. Los primeros días son complicados, pero estamos muy bien; disfrutando. Aprovechamos el tiempo para integrar el grupo. Sobre todo en los tiempos libres. Para eso es fundamental la convivencia.
-¿Sentís que está ocurriendo eso?
-Hace muy bien y se nota. Estamos mucho tiempo juntos. El hecho de sufrir juntos, de llegar al límite, nos une. Todos tiramos para el mismo lado.
-¿Cómo está el grupo?
-Tengo una confianza enorme en este grupo. Tenemos mucho por mejorar y estos dos meses son fundamentales. Sé que no es excusa, pero no tuvimos tiempo de trabajo juntos y se fueron jugadores muy importantes. En 2007 hubo una camada de jugadores que se complementó muy bien. Este año hay chicos más jóvenes, que se están adaptando al plan Pumas, pero que no tuvieron roce internacional.
-¿Cómo le explicás el trabajo que realizan a alguien que no sabe qué es lo que hacen en Pensacola?
-Estamos trabajando en un centro de alto rendimiento de muy alto nivel. Acá realizamos ejercicios que no acostumbramos hacer en nuestros clubes. Son muy duros y de continuidad. Es una muy buena experiencia.
-¿Qué verá la gente que siga al seleccionado en el Mundial de Nueva Zelanda?
-Garra, corazón, defensa; esas cosas están aseguradas. Tenemos que concentrarnos y llegar de la mejor manera. Pero no tenemos que jugar los partidos antes de tiempo. Hay que estar tranquilos y confiados. Los partidos hay que jugarlos, no podemos dar ninguno por ganado y menos nosotros. El primer paso para que nos vaya mal es perder la humildad.
Por Santiago Dapelo
Canchallena.com