Roncero está Copado
El octavo lugar en el que el Stade Francais terminó el Top 14 en la temporada pasada no sólo lo privó de meterse en la definición del torneo galo, sino que también le cerró las puertas para ser protagonista de la actual Copa de Europa, un certamen en el que en los últimos años fue figurita repetida. Ante este panorama de vacas flacas, el París se tuvo que conformar, para ésta temporada, con disputar la Challenge Cup, la segunda Copa en importancia de Europa.
Pero claro, el tiempo pasó y el equipo que preside Max Guazzini, además de dar batalla en el torneo local, comenzó a acumular porotos en la citada competición. Repasemos. Hasta el momento, ganó los seis partidos que salió a jugar y se convirtió en el conjunto que más puntos sumó en la fase grupal (29). Claro, tamaña perfomance lo clasificó de cabeza a los cuartos de final, instancia en donde se verá las caras con un viejo conocido: el Montpellier de Fabien Galthié. «La verdad es que al principio, cuando comenzamos a jugar esta copa, no le dimos demasiada importancia. Pero a medida que fuimos ganando, nos empezamos a entusiasmar. Además, por el nuevo dibujo de clasificación, el torneo está mucho más competitivo (los tres mejores segundos que quedan afuera de la Copa Europa pasan a jugar la Challenge)», le cuenta el pilar Rodrigo Roncero a Scrum, desde su casa de París.
Como el Puma bien dice, el entusiasmo por el buen presente copero alegró los corazones de los jugadores. Pero no fue a los únicos que la buena actuación le robó varias sonrisas, no señor. La mismísima dirigencia, que al comienzo miraba la Challenge con cierta desconfianza, ya bajó línea para que, frente a los rutilantes números, el equipo le apunte a la definición con todos los cañones. «La idea es que haya mucha rotación de jugadores para no descuidar el Top 14. En el último partido, contra Crociati Rugby, lo pudimos hacer», explica el forward.
-Pudieron darle descanso a varios jugadores para poder enfrentar al Castres con todo…
-Exactamente. El jueves nos jugamos una parada brava de visitantes (por la 17º del Top 14, en el estadio Pierre-Antoine). Es cierto que no se define nada, pero para nosotros es un partido importantísimo.
-Ellos están séptimos y ustedes, novenos…
-Y nos separa sólo un punto. Bah, del cuarto al noveno puesto hay seis equipos separados solamente por cuatro unidades; estamos todos muy pegados. Por eso el encuentro contra Castres es, sin dudas, una bisagra.
A esta altura, y vistiendo los colores del Stade Francais desde la temporada 2004/2005, Rorro ya es todo un referente del equipo parisino. Pero la pregunta es, ¿hasta cuándo? ¿La relación entre Roncero y el Stade tiene fecha de vencimiento? Por lo pronto, el contrato del pilar caduca en junio de 2012. Sí, es cierto, aún queda un largo camino por recorrer hasta esa fecha, pero lo llamativo es que, si bien el club ya le ofreció renovar, él todavía no se decidió. «Lo estoy pensando; no tengo nada definido. No sé, no sé…», tira, poniéndole un signo de interrogación a su futuro.
Pero en lo que el grandote no tiene dudas es en que, de cara al Mundial de Nueva Zelanda, el seleccionado argentino tiene y debe mejorar. «Hay varias cosas que aceitar. ¿Qué? Sobre todo la constancia de juego; debemos ser regulares tanto en ataque como en defensa. No puede ser que en un test juguemos bien y en los dos siguientes, mal; tenemos que ser parejitos. Obvio, el equipo sabe todo esto, pero se nos está complicando a la hora de plasmarlo en la cancha».
-Faltan diez meses, ¿alcanza para corregir los errores?
-Alcanza y sobra. Acá la clave va a ser sacarle el jugo al tiempo que estemos juntos antes del Mundial; ese va a ser el momento para aceitar todos los engranajes. Tati (Phelan), en ataque, y el Negrito (Gaitán), en defensa, ya nos dejaron en claro qué debemos hacer; ahora depende de nosotros, los jugadores, el poder aplicarlo en la cancha. Como te dije, el tiempo nos va a alcanzar; no me quedan dudas…
Por Ramiro Guillot
Scrum.com