Lamento de un viejo forward
Me levanté con un dolor de cabeza que me siguió dando vueltas por varios días
Y media caja de aspirinas no consiguió sacármelo de encima.
Yo sabía lo que lo causaba y eso me deprimía aún más
No era por demasiado alcohol, sino simplemente por demasiado estrés.
Llamé a mi médico de cabecera en mi búsqueda por remediarlo
La charla y algunas drogas recetadas seguramente serían la solución.
Manejé hasta el consultorio y llegué con tiempo sobrante.
Entonces esperé, miré y leí hasta que el siguiente nombre llamado fue el mío.
Caminé hacia el consultorio del doctor, me revisó de arriba abajo.
Luego me miró por encima de sus lentes y me preguntó con el ceño fruncido
¿Está preocupado porque le suba de nuevo la presión?
¿O acaso su gota y la hernia son causa de dolor constante?
¿Está molesto por el bulto que aparece en su disco lumbar?
¿Su vista que va mermando lentamente o su quiste subcutáneo?
¿Sus dolores óseos o esas úlceras que tiene en la lengua?
¿Sus piedras en los riñones, sus hongos o esas manchas oscuras en los pulmones?
¿Su poca cantidad de esperma, su rodilla tambaleante o el cáncer de la mano?
¿Ese sarpullido en sus genitales, sus ganglios grotescamente inflamados?
¿Bueno, seguramente, usted está preocupado por un posible ataque al corazón?
No, dije, estoy preocupado porque mi hijo se ha vuelto trescuartos.
Solamente porque es corto de estatura y sus muslos y brazos son chicos
Llora cuando lo lesionan y no puede atrapar la pelota.
Él patea en lugar de tacklear y su nariz está definitivamente derecha.
Prefiere volverse a casa en lugar de tomar cerveza con sus compañeros
Sus orejas no son coliflores y él no usa orejeras en la cabeza
Y todas las noches, a las 20 horas, está metido en su cama
Es veloz y escurridizo y todas las chicas piensan que es apuesto
Y en cuanto a scrums y lineouts, bueno, no tiene ni idea.
Su cuerpo no es peludo y muy raramente transpira
Prefiere leer un libro a jugar en invierno cuando llueve.
Nunca estuvo en la cocina de una montonera aunque es rápido para morder y pellizcar
Aúlla, se queja y le es difícil agarrar la pelota.
Nunca le pegó a una bolsa de boxeo o quedó debajo de otros con mayor peso
O se acomodó en un bar y cayó de rodillas, haciendo series de hacer el cuatro
Su cabeza es más grande que su cuello; él no puede asegurar una pelota
Nunca vio a un pilar de cerca ni condujo un maul rolante
Al describirle los síntomas, mi buen doctor simplemente se sonrió
Le dije: Usted no entiende, es mi único hijo
Le digo, doctor, estoy preocupado. ¿Hay algo que pueda hacer?
Déle tiempo, me dijo el doctor, ¡su hijo solamente tiene dos años!
